sábado, 5 de junio de 2010

La Beca Del Delito (3)

Hola de nuevo, compañeros de surrealismo y desvaríos.

Con permiso del señor Arias Navarro (y también para hacer un poco la digestión, todo sea dicho), qué mejor que seguir con la apasionante, sensual, atrevida e innovadora aventura en pos de conseguir pasar 6 meses en AQUEL país.


Como ya comenté, antes de que me diese cuenta llegó marzo de 2010 y después de haber solicitado la beca (cuyo plazo de presentación, para mi sorpresa, fue anómalamente pronto; a mediados de febrero) un día (que por cierto, estaba estudiando química para un examen que tenía al día siguiente) sonó mi móvil al siempre sublime de "Sinful Rose" (si hay gente que se pone reguetón como tono de llamada, por qué no iba a poder ponerme yo algo así??) y una juvenil voz femenina me preguntó "¿Es usted Jose Luis Martínez?" "Mira, te llamamos de la embajada de Japón...".

En cuanto oí eso, como os podréis imaginar, me recorrió una sensación entremezcla de "OH MAI GOD" y "TOMA TOMA TOMAque bien me habría gustado grabar en vídeo para reírme de mí mismo ahora.

El caso es que, contra todo pronóstico (yo ya pensaba que no me llamarían porque había pasado varias semanas desde que presenté de nuevo los formularios) me llamaron y me citaron de nuevo para repetir la famosa entrevista del año pasado, pero esta vez en el consulado de Japón en Barcelona.

El caso es que cuando llegó el "día D", me fui a Barcelona, esta vez ni nervioso ni leches, vistiendo cómodo con un jersey y unos vaqueros (el año pasado me obligaron ir tan emperifollado que ríase usted de los tipos que salen en los anuncios de Emilio Tucci).

La entrevista fue (en mi opinión) más sencilla que la anterior vez (y además había unos comodí~simos asientos de cuero blanco xP ), pero quizás es que esta vez me comporté como una persona y no me temblaba como una taladradora hidráulica ^^U

Al volver, como imagino que es normal como humanos que somos, te vuelves a tu casa pensando "esto no debería haberlo dicho así...", "quizás esto lo han interpretado asá...", "espero que no se hayan dado cuenta de que me había llenado los vaqueros azul clarito de aceite de coche y que tuve que limpiármelos a toda prisa con unas apestosas (realmente apestosas y resecas) toallitas de bebé...", pero en fin, supongo que esto es intrínseco a cualquier tipo de entrevista, sea esta o sea una sencilla entrevista de trabajo.

Unos días después (y después de recibir la nota del examen de química que comenté más arriba (cuya nota, teniendo en cuenta que las entalpías de combustión y dar brincos como un demente por toda la casa no son actividades muy compatibles, os podréis imaginar....), me llamaron de la embajada y esta vez sí que me acuerdo textualmente de lo que me dijeron; "¿Jose Luis? Hola, soy Gonzalo, te llamo de la Embajada de Japón, para comunicarte los resultados de la entrevista..." [silencio TREMENDAMENTE incómodo...]  "...mira que si no tienes nada mejor que hacer, en agosto te vas 6 meses para Japón".

Y fue exactamente así como viví por teléfono un sorpresón que dejó en pañales aquella vez que descubrí un billete de 50 en mis vaqueros recién lavados. Si la reacción cuando me dijeron que me habían preseleccionado fue bastante dantesca, imaginaos cómo pudo ser cuando me van y me dicen que me han dado una de las 15 becas para pasar 6 meses en Japón. A mí precisamente. Sólo hay 15 plazas entre los 30 y pico países que participan y van y me dan una a mí, un pringado al que automáticamente se la abrían las puertas a vivir una experienzaza como otros años lo habían hecho Luis o Sergio (ya he mencionado sus blogs por aquí).

Y así, queridos amigos de lo desconocido, fue como pasé de ser un pringado con extraños gustos musicales y   una flexibilidad enorme en los dedos a ser un pringado con extraños gustos musicales, una flexibilidad enorme en los dedos Y becado para ir a Japón medio año.

Y hasta aquí llegó esta historia de doncellas, desengaños amorosos en algún rancho perdido de Colombia, vampiros adolescentes que vuelven locas a  quinceañeras de todo el globo y retorcidos giros argumentales.

¿Os ha gustado? Yo de momento aquí lo dejo, que todos estos apuntes encima de la mesa y pegados con fixo en la pared son de todo menos agradables.

-Continuará (quizás, no sé)-

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