lunes, 7 de junio de 2010

El Excitante Mundo del Papeleo

Hola de nuevo, gambiteros, hedonistas y demás aficionados de la buena vida.

Después de la saga "La Beca del Delito", llena de amor, intriga, acción, conspiraciones y desnudos parciales, aquí me hayo estudiando las siempre regocijantes y alegres familias radioactivas (mientras al otro lado de la ventana el chiringito, recién abierto, sirve refrescantes mojitos a ingleses quemados por el sol y mujeres con un gusto más que dudoso en lo que a bikinis y bañadores se refiere).

No obstante, todo momento es bueno y toda excusa es válida si nuestro objetivo es aplazar el trabajo y hacer la digestión al mismo tiempo (como podréis observar los más agudos, mi horario de comidas es tan inestable como el intelecto de muchos porteros de discoteca; no obstante barriga llena, corazón contento).




El caso es que aquí me hallo rellenando los impresos necesarios para (si no tengo mal entendido) conseguir el visado para estar 6 meses fuera de España.

Al principio, como todo formulario, empieza con inofensivos apartados donde poner el nombre y demás datos...

El único, minúsculo e insignificante problema es que cuando vas por la última hoja no puedes evitar sentirte RETRASADO. No es porque no entiendas la documentación, ya que está tanto en japonés como en inglés, sino porque hay apartados en los que realmente no sé que poner. Por poner un ejemplo, en cierto momento del papeleo se te pide que especifiques dónde piensas estudiar, la dirección del centro, su teléfono, la fecha en que acabarás el curso y qué piensas hacer una vez lo hayas acabado.

... vale... bien... vamos a ver... el nombre del instituto me lo sé, pero sólo en rômaji (la transcripción fonética de las palabras en japonés) y el resto de datos del centro no los sé. Por otra parte, no sé qué poner en los apartados en los que se habla de qué pienso hacer cuando acabe el curso, ya que si no me equivoco (que también es posible e incluso probable, no le extrañe a usted) volveré al viejo continente antes de que acabe el curso por lo que... venga... un apartado más en blanco...

Y así, podría poner varios ejemplos. El caso es que desde la embajada me dijeron que si no sabía que poner en algún apartado, que no me preocupase, que ya lo rellenarían ellos. Lo malo del asunto es cuando no hay apenas apartados que sepa contestar por completo... por lo que va a parecer que yo les estoy haciendo un formulario a ellos y no ellos a mí.

En fin, que mucho examen de japonés, mucha selectividad y mucha beca, pero cuatro tristes folios con casillitas para rellenar me han dejado al nivel intelectual de una ameba.

Bravo; qué digo, bravísimo.

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