Una vez más, saludos, lectores noctámbulos y amantes de la música progresiva.
Si habéis podido leer hasta aquí es que sois de las pocas personas que tras ver mi deslumbrante ropa interior (está entre todos los ajuares de aquí a la izquierda), ha mantenido la compostura suficiente para poder leer la siguiente línea.
Bien. Llegados a este punto, quizás vuestras inquietas cabecitas estén sufriendo al no comprender que es lo que empuja a escribir un artículo a altas horas de la madrugada como éste. ¿Será por sus millares de lectores alrededor del mundo? ¿Querrá brindarles su ración diaria de sandeces amor pixelado sin obligarles a ponerse el despertador a las 3 de la mañana con tal de burlar la diferencia horaria y poder leer las últimas actualizaciones del blog?