Perdón, perdón, pero eso debe ser el efecto de haberme tirado toda la tarde de ayer configurando el flamante netbook-caravela que comenté en la entrada anterior y que tras mil tropelías ya está a buen recaudo:
Realmente la anécdota no fue para tanto, pero bueno; resulta que yo había reservado el netbook y a la hora de hacerlo lo hice con el ordenador en la mano (por lo que lo que es stock, sí que había). Lo curioso del caso es que cuando algunos días después volví al FNAC (no sé por qué, pero tengo la manía de decir siempre la FNAC :S) a recogerlo, oh misterio, oh incógnita, oh griega diosa de la fortuna, había desaparecido misteriosamente del almacén. Me volví a casa de morros y con la promesa de que al día siguiente me llamarían una vez hubiesen averiguado que había podido pasar con el "netbook escapista".
Al día siguiente, tal y como quedamos, ya me llamaron diciendo que parece ser que una vez habían guardado mi ordenador en el almacén, lejos del alcance de los pegajosos dedos de algunos de los ociosos que se pasean por los pasillos de las tiendas de electrónica, algún genio, un adalid de la sabiduría y el saber hacer, había cogido el ordenador del almacén y lo había vuelto a poner en exposición, donde se ve que algún oportunista ajeno a crisis económicas se abalanzó sobre él y se lo llevó a casa.
Sea como sea, ya tengo el netbook conmigo y ya lo he "convertido", instalándole
Si ayer sentísteis un extraño escalofrío por la tarde eso es porque por fin me he hice con el ordenador, ahora ya lo sabéis.
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